Siento de un modo muy intenso cuando estoy con Eren, tanto que de seguro no tiene idea de cuanto es eso. De pronto por mostrarse tan dulce y posesivo y atreviéndose a mordierme los labios nos encontramos dandonos tremendo beso en el suelo. Eren aún está desnudo y me vuelve a rodear con su pierna por la cadera y yo que también estoy desnudo comienzo a reaccionar ante ese tipo de cosas estoy muy deseoso de volverle a tomar.
- Oh dios Eren... ¿no te cansas de provocarme...? - Besé todo su rostro y lamí sus mejillas mordiendole su mentón, deseándole nuevamente. ¿Cómo lo lograba? En un instante lograba encenderme de forma tal que no era capaz de reconocerme. ¿Ya ni siquiera pensaba con la cabeza fría? ¿Es que Eren es mi total perdición sin remedio?
- Eres mío Eren... tus ojos, tus labios, tu cabello, tu cuerpo, tu voz, tus penasmientos, todo me pertenece única y exclusivamente a mí. - Besé sua labios de manera distinta, con dulzura y lo empecé a acariciar por el cabello y costados de la misma forma,mirandole de modo afectuoso sin siquiera ser consiente de ello.
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