sábado, 14 de septiembre de 2013

Se estaba empezando a arrepentir de haberle sugerido aquello cuando la voz de éste le sacó de dichas cavilaciones, pidiéndole que le siguiera, a lo que asintió con la cabeza. No es que pretendiera hacer nada en el baño, ¿o sí? No estaba seguro, pero deseaba disfrutar de su tiempo a solas todo cuanto fuera posible a sabiendas de que posiblemente pronto llegaran todos los demás, momento en la que esos momentos de intimidad se detendrían, si bien no por completo sí considerablemente, aunque esperaba de corazón que no se detuviera del pronto. Según las propias palabras de éste aquello iba a continuar, así pues ambos eran amantes, así que en algún momento algo pasaría, o eso era lo que esperaba. ¿De donde salían tantas ansias por el sargento? Era como si el mayor hubiera abierto una puerta que salvaguardaba toda una poderosa pasión que ahora fluía sin parar. 

Siguió a éste en completo silencio, con las mejillas ruborizadas con suavidad hasta que entraron en el baño, mirando al mayor mientras se desnudaba sin mirarle, estando de espaldas, pero pudiendo disfrutar de aquella imagen, quedándose como atontado mirándole, con sus mejillas ahora más encendidas ante aquel perfecto cuerpo desnudo. Le ve meterse bajo la ducha y entonces recuerda que deseaba ducharse con éste, por lo que se desnuda también y se acerca a la ducha, ingresando en ella colocándose delante de su superior, y sintiendo el agua sobre su cuerpo y cerrando un momento los ojos, volviendo a abrirlos y viendo a éste empapado delante suya, fijándose en aquel cuerpo desnudo y mojado, el agua corriendo sobre éste. Era una imagen demasiado excitante y tentadora. -¿Quiere que le enjabone?- preguntó en voz baja. 

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