Tal vez debería dejar de lado lo de esa vez e intentar hacer de cuenta que solamente fue un desliz, pero simplemente me estaría mintiendo, pues ahora mismo me siento muy provocado por Eren y esto sin que siquiera haya tenido que hacer absolutamente nada. Entonces, siendo así las cosas, siendo esta la verdad, ¿cómo pretender tal cosa? No es que no pueda, si debo lo haré. Quizás esa sea la verdadera pregunta que debo responderme, ¿debo? Posiblemente ya sé la respuesta y solamente la estoy intentando postergar...
Se sienta a mi lado tras reiterarme que no dude en ordenarle lo más mínimo. ¿Acaso me está viendo dudar? Aunque se sienta a mi lado cual si cumpliese una orden. Quizás deba actuar como si solamente es lo que le di, una orden. Después de todo el luce bien, perfectamente, como si nada... Así que cuando me dice que puede ir a buscar alimento y bebida para ambos y que no tengo porque ir ya que él está aquí, me preguntaba, ¿En qué sentido lo habría dicho? ¿Acaso lo dijo porque desea cumplir mis ordenes en todo por simple obediencia? Era patético notarme empezando a hacerme este tipo de absurdas preguntas.
- Tienes molestias en tu cuerpo debido a lo de ayer, así que tomaré la responsabilidad e iré yo, sin embargo... - Me pongo de pie y camino pasándole de lado como si fuese a seguir de largo, pero me detengo y le cargo sorpresivamente echándomelo al hombro , dejándo su trasero elevado en el mismo, sus piernas colgando a mi espalda y sus manos, torso y cara hacia en frente de mi cuerpo.
- puedes venir. - Empecé a andar hacia la cocina.
- No digas nada que me contradiga. - Le advertí continuando seriamente y mirando hacia el frente en todo momento sin decir nada más hasta llegar allí.
Una vez llegamos a la cocina le bajo dejándole sobre una acolchonada silla.
- Tu trasero se encontrará mejor si te cuidas apropiadamente... - Digo sin mirarlo o no estoy seguro de poderme contener adecuadamente. En cambio me doy la vuelta y empiezo a rebuscar por las estanterías tras haber tomado algún delantal y atarmelo debidamente.
- Por cierto... - Me detengo tras haber abierto dos puertecitas en una de las alacenas superiores cual si estuviese mirando fijamente algo, pero en realidad estaba mirando hacia la nada.
- A pesar de que te dije que aquella golpiza te la di por salvarte y no mentí, deseo retibuir tu confianza y cooperación de esa ocasión. - Mencionar lo de la vez que me obedeció sexualmente me hacía sentir inapropiado, y es porque lo fui... De modo que en ese aspecto guardé silencio, secretamente sintiendo que había una mancha especial dentro de mí que es incapáz de limpiarse por más que la intente lustrar.
- Prepararé algo para ambos. A cambio quiero que no me agradezcas, es el mejor modo que he encontrado para poder retribuirte mis anteriores palabras. Y de todos modos no es que pueda gustarte mi estilo de cocina, pero lo considero lo suficientemente digno como para que tampoco te desagrade. - Tras decirle estas cosas saqué varios ingredientes, ollas, cacerolas y sartenes, el cortador, el cuchillo y comencé a preparar un guiso con verduras y carne sin voltear a mirarle en ningún momento para poderme enfocar o intentarlo en lo que hago.
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