Su mirada era esa misma tan verde intensa, tan inmensa como la recordaba aquella primera vez, e igualmente confusa, nerviosa y deseosa. Era una mirada que me suplicaba cosas que yo deseaba cumplirle. De modo que en cuanto deslizó su lengua por mis dedos y su mano por mi hombro despacio sin dejar de mirarme de aquella forma, hundí mis dedos suavemente dentro de su boca y los removí sacandolos luego y dejandolos frente a sus labios.
- Lámelos y chúpalos, y no dejes de mirarme mientras lo hagas. - Me excitaba de antemano anticipandome a lo que quería y esperaba de parte de Eren. Yo por mi parte comencé a desabotonar su camisa por completo muy despacio con tan solo mi otra mano, disfrutando realmente de ir descubriendo cada porcion de su piel y mirando atentamente la cara que pone cuando lo hago. Luego comencé a besar suavemente su piel descubierta y aparté la tela de un lado viendo uno de sus preciosos pezones, llevando un dedo al mismo y deslizandolo. Queriendo endurecer esta área besé alrededor de su pezón y finalmente sobre este soplando aire caliente, tras lo cual deslicé la punta de mi lengua jugueteando con ella sobre su cima. Entonces llevé mi mano libre al trasero de Eren y se lo cogí mordiendo un poco su pezón al hacerlo para de inmediato succionarlo, deseando excitarlo casi tanto como me logra excitar a mí.
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