Éste le metió los dedos en la boca, removiéndolos en su interior, y correspondió a eso succionándolos y moviendo la lengua alrededor, jugueteando de aquella manera con ellas y ensalivándolos bien de aquella manera, hasta que éste los sacó de el interior de su boca, manteniéndolos cerca. Le pidió aquello, que le lamiera los labios sin dejar de verle, tragando saliva y asintiendo con la cabeza, dispuesto a ello sin problemas, aunque con verguenza, claro esta, le era imposible no presentarse enrojecido y nervioso, aquellas experiencias eran totalmente nuevas para él y aun había mucho que desconocía de todo aquello, de Rivaille y de lo que implicaba la nueva relación que ahora tenían. Pero deseaba descubrirlo todo con éste, deseaba que le enseñara todo lo que tuviera que saber al respecto. Así pues sacó la lengua y volvió a lamerle los dedos sin dejar de verle a los ojos, moviendo la cabeza para metérselos en la boca, jugar con ellos en ella y volver a sacárselos para lamérselos lentamente.
Mientras hacía ello éste le desabrochó su camisa para empezar a atenderle uno de sus pezones, primero usando su mano, acariciándolo con sus dedos, arrancándole algunos gemidos suaves sin dejar de lamerle los dedos tal y como le pidió. Cuando usó su lengua, cerró un momento los ojos y se metió aquellos dedos nuevamente a la boca, succionándoselos intensamente y cogiéndole de la mano por instinto. El agarre en su trasero le incitó a comenzar a mover sus caderas, friccionándose de aquella manera contra éste, buscando sentir placer de aquella manera, se sentía muy bien todo aquello. Volvió a abrir los ojos para volver a observarle, queriendo ser obediente a lo que antes le había pedido.
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