Sabía que en principio Levi iba a dormir también en el sótano, por tenerle vigilado, por supuesto, parecía confiar más en sus capacidades en el caso de que él se transformara en titan, aunque se daba cuenta de que más que nada lo hacía por tener protegidos a sus compañeros, aunque tuviera ese carácter frío y se mostrara inexpresivo sabía que ese hombre se preocupaba mucho por sus camaradas. Y viendo como sus compañeros le admiraban era evidente que para ellos era alguien importante, como un amigo más que nada, aunque evidentemente el sargento no fuera un amigo convencional. ¿Y por qué pensaba tanto en ese hombre ahora? No tenía sentido, vale, a veces también divagaba un poco pensando en el tipo de hombre que era ya que le admiraba, pero tal vez ahora estaba pensando demasiado en ellos. Suspiró y se sobresaltó cuando repentinamente vio pasar al susodicho hasta su cama, finalmente si que iba a dormir allí, pensaba que esa noche dormiría con los demás, aunque tampoco tenía porqué, tal vez ya no estaba molesto por lo de aquella tarde, quien sabe, si es que de verdad se había enfadado entonces.
El mayor no dijo nada y el tampoco, le miro un momento hasta que le vio cambiarse de ropa, apartando inmediatamente la vista de aquella imagen, preguntándose inmediatamente porqué, había visto cambiarse muchas veces a compañeros sin problemas, pero ahora no podía, sentía sus mejillas calientes y se tapó con aquella fina sábana hasta por encima de la nariz, tratando de que el otro no percibiera nada raro, aunque tampoco creía que fuera a fijarse en él cuando siquiera le había dirigido la palabra. No se atrevía a mirarle tampoco, estaba nervioso, y se riñó a sí mismo por eso, ese maldito beso le había trastornado por completo, se sentía idiota por ello.
En un momento si que se atrevió a mirar en su dirección, tampoco podía ignorarle, no quería no podía, era su superior y no seria educado hacer algo así. Cuando le miró enrojeció un poco al percatarse de que éste también le miraba con su habitual gesto, tragando saliva, ¿qué miraba? Le ponía nervioso después de lo ocurrido, más que de costumbre. -Eh... buenas noches, sargento- murmuró no queriendo que reinara un silencio tan incómodo, dando por finalizado el día al menos por su parte, desviando la vista y cerrando los ojos.
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