martes, 27 de agosto de 2013

-No seré yo quien diga algo... tan vergonzoso- contestó a sus palabras, no quería admitir que habían jugado con él de aquella manera, que se había dejado usar por éste sin más, pero de verdad que le molestaba que incluso bajo aquella situación le dijera aquellas cosas, como si hubiera el único con algo que perder. Le oyó explicar lo que pensaba y le miró con desconfianza, no podía creerse aquello. -¿Un informe oral para ascenderme cuando ya le he presentado un montón de página del informe escrito?- dijo molesto. -Tendría más peso ese informe que el oral, y si alguien tiene que ascenderme debería ser Erwin, darle el informe a él- dijo incluso temblando, había sido un idiota al pensar que aquello podría haber sido, aunque sea por un poco, algo más para el mayor, simplemente se aprovechó de su cuerpo y nada más. Lo de la cocina y las palabras en el comedor fue simplemente para jugar con él, y había sido tan tonto de caer completamente en el juego. Porque seguramente tenía esperanzas de otra cosa, ¿de qué? No sabía, y era mejor no pensar en ello. 

-A lo mejor acostarse conmigo fue todo por ponerme a prueba, ¿verdad?- sintió que se le revolvía el estómago al pensar en eso, y desvió la vista sintiendo que amenazaba con llorar incluso, pero no pensaba hacer algo tan vergonzoso delante de éste. -Supongo que será mejor estar a cargo de otra persona que no juegue de esa forma con sus soldados- se dio la vuelta y salió del dormitorio despacio, hasta doblar la esquina, comenzando a correr por los pasillos hasta el sótano, tendiéndose boca abajo en su futón con los brazos encima de su cabeza, temblando y con los ojos llenos de lágrimas. -Será estúpido...

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