Me gustaba y provocaba terriblemente este tipo de jueguitos sexuales. Necesitaba estar dentro suyo, me urgía, pero deseaba escucharlo, por lo caliente que me pone que lo haga. Necesitaba saberlo mío constantemente a voluntad y nunca me cansaba de ello. Así que cuando hace eso y separa sus nalgas fregandome su delicioso culo contra mi erección mientras se mueve de aquella manera y gime luciendo un rostro tan ardiente con unos ojos tan lagrimosos no pude sino hundirme dentro suyo tla y como ambos deseamos.
- !Mh! -Gruñí al sentir mi glande atravesar su apretada entrada y continué deslizándome sin parar hasta metersela toda y sentir como su estrecho anillo coronaba mi entrada y nos calzabamos de forma deliciosa. Permanezco dentro suyo y dedicandome a solamente gozar de esa primera sensación de estar tan profundo en su abrasador y palpitante interior por unos instantes, sintiendo a mi vez como mi erección palpitaba dentro suyo a causa del tremendo placer y excitación.
La mano que tenía pajeandole aún se encuentra en el mismo lugar, solo que le ha apretado de forma involuntaria al introducirme y sentirle con tanta intensidad. En ese momento jadeaba un poco por tal experiencia y al recuperarme un tanto empecé a mordisquear su hombro y cuello retomando mi labor de masturbarle y empecé a embestirle.
- Estas estrechandome mucho debido a lo apretado que eres... !Mn! - Susurré en su oreja besandola y a su cuello mientras iba aumentando el ritmo de mis embestidas.
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