miércoles, 28 de agosto de 2013

Le sorprendía mucho oírle de aquella manera, pero de verdad que también le gustaba oírle decir ese tipo de cosas, aunque también se hacía una pregunta, ¿era Rivaille suyo igualmente? Obviamente no pensaba hacerle aquella pregunta, tampoco es algo que viera correcto sacar ahora, y las cosas estaban bien en ese momento, ¿para qué complicarlo? -Soy suyo...- repitió en voz baja. -Porque yo... yo elijo serlo- murmuró dejándole claro nuevamente que aquello no dependía de una orden ni de su cargo ni de nada, que sencillamente las cosas se dieron de aquella forma y lo deseaba de ese modo, y porque a éste parecía gustarle oír ese tipo de preguntar.

Y entonces éste le pide que no dude de él aun como se comporte, aunque parezca ignorarle, ser frío, indiferente, o incluso si le trata mal o con violencia, cosa que cotidianamente no era algo extraño entre ellos dos, aunque le entendía. Si iban a tener ese tipo de relación de amantes tenían que tomar precauciones con los demás. No sabía como podía considerarse algo así si llegaban a enterarse los demás, pero por si acaso era mucho mejor procurar que nadie se enterara de ello, así que había que actuar con naturalidad. Lo bueno es que como estaba a cargo de éste y por ejemplo las noches debía ser vigilado por éste, incluso si llegaban los demás algún que otro momento tendrían juntos. Se ruborizó ante sus pensamientos, ¿tantísimo deseaba tenerle cerca? Sí, la respuesta era sí. -Confiaré en usted- dijo hablando de aquella forma suave, pegado a su cuerpo y con sus ojos cerrados.

-Yo siempre le obedezco, sargento- dijo sonriendo un poco ante aquello, realmente siempre se mostró obediente y servicial ante éste, quería hacer las cosas bien y además en su opinión el mayor merecía todo su respeto, sobre todo cuando consideraba que le debía tanto, pues le debía su vida. -Buenas noches...- susurró en voz baja, acariciando suavemente el cabello de éste, suspirando bastante relajado, no tardando en quedarse dormido pese a los nervios que le asaltaron antes de meterse en aquella cama.

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