lunes, 26 de agosto de 2013

Le escucho protestar por lo bajo pero me mantengo firme en mi decisión. Entonces al llegar me dice que su trasero se encuentra muy bien... Dios... ¿Es que no sabe que yo eso ya lo sé a la perfección...? Tuve que contener todos mis impulsos de no dejarselo saber con algún comentario.

Al escucharle decirme que confía en mí me sentí contrariado. Me preguntaba, ¿por qué sentía de esa manera, por qué incluso deseaba ser el más importante para Eren? Era una locura... Pero lo que dijo a continuación tras haberse puesto de pie me gustó, y mucho. Aunque no tenía porque, bien sabía que fue cosa del momento, porque así lo orillé, y porque se dejó llevar debido a la obediencia a sus propias necesidades físicas.
- "Eren, sé que tu culo está muy bien, si hay alguien que lo sabe soy yo. Está jodidamente buenísimo, pero es precisamente por eso que prefiero que te mantengas alejado y me dejes preparar todo esto y que pueda mantenerme atento a lo que estoy haciendo." - Fueron las palabras que pensé pero que no dije al saberle tan cerca y dispuesto a ayudar.
- Primero que nada lávate muy bien las manos antes de tocar nada, luego agarra ese cuchillo que está ahí y haz el favor de cortar esas patatas, yo pelaré un poco estas zanahorias y puedes ayudarme con la ensalada y yo marinaré la carne para darle sabor mientras vamos agregando los tubérculos y ya luego la echo, doy unos toques finales, tapo y esperamos a que esté vigilandola cuando haga falta y bajandole el fuego. - Dije intentando mantenerme muy centrado en cualquier cosa que no fuera en el hecho de tener su dulce culo adolorido tan de cerca, tenerlo a él, y acordarme de lo bien que se siente tan solo sentir el pálpito de su corazón.

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