Evidentemente la reacción de sus mejillas coloreadas ya fuese que sus ojos lucieran temblorosos o furiosos y retantes, lucían de ambas formas increíbles, al igual que su voz, confusa o de tono rebelde. Empezaba a constarme aspectos de Eren que desconocía hasta el momento, todo gracia sa este pequeño experimento que comenzaba a agradarme.
- Lo haré, en cuanto te inspeccione y pueda estar seguro de que todo va normal contigo y... - Me coloco a sus espaldas deslizándo mis manos por los botones de su camisa y le desprendo el primero susurrando en su oído.
- tu cuerpo. - de un tirón le abro el resto de los botones e incluso rasgo la espalda de la camisa y me pongo de pie y en frente mirándole con impasividad durante unos largos segundos.
- Lo dejaré hasta aquí, por ahora. - Tras decir esto corto las cadenas dejándole en libertad, pues lo único que logré con eso fue comprobar que tengo un problema con Eren y que de esta forma no se va a solucionar.
- Voy al comedor a desayunar, te aconsejo que comas bien, no te puedo asegurar que tan largo o pesado resultará este día. - Ya estaba de espaldas y encaminandome al comedor ni bien acabé de hablar.
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