martes, 13 de agosto de 2013

Este lugar está en condiciones inaceptables. Necesita una urgente limpieza. Pero no cualquier tipo de limpieza, sino una limpieza a fondo. De modo que espero que todos sin excepción se tomen las tareas que les he indicado con absoluta dedicación, pues no admitiré trabajos mediocres. Si soy exigente en el ámbito laboral en esto soy igual o incluso peor. Llevo puesto mi delantal y cubro mi cabeza con una pañoleta mientras que mi boca está cubierta con una mascarilla. Respirar el aire contaminado en esta situación puede ser perjudicial para la salud. Así que hay que tomar las debidas precauciones. De otro modo no solo la mía se vería en peligro, sino la de todo el pelotón y asistentes de turno.

Ya pasada media tarde voy a revisar personalmente cada rincón de esta guarida para cersiorarme de que todo cumpla con mis espectativas. Varias veces tuve que pasar un dedo enguantado por varios lugares para comprobar que no se haya dejado ni la minúscula motita de polvo. Y también más de una vez tuve que exifir mayor cuidado y pulcritud. En este momento me acordaba de Eren. Y no es que haya dejado de tomar en consideración su presencia entre nosotros en ningún momento, solamente que me permití centrarme en este asunto antes, pero es hora de ir a inspeccionarlo. Mis pasos respondiendo con firmeza se disponen en dirección al supuesto lugar donde debe encontrarse en estos momentos y al llegar se detienen justo en frente. Es cuando mis ojos le observan desde abajo, ya que él se encontraba arriba de una escalera, al parecer realizando alguna tarea. Aguardaba su reporte de limpieza antes de comenzar a inspeccionar por mi cuenta, pero justo en ese entonces la aparentemente vieja estructura de madera estillada de la escalera en la que estaba subido flaqueó y antes de que pudiera darme cuenta bien de la situación se encontraba en el suelo. Al parecer cayó  en ese interín desfavorable.
- ¿Y bien? - Ahora mis ojos le obervaban desde arriba de forma autoritaria, pues a pesar de esa apariencia que podría en ocasiones confundirse con algo muy parecido a la normalidad o incluso a la vulnerabilidad, detrás de esa fachada se encubre un Titán y no puedo bajar la guardia en lo más mínimo.

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