miércoles, 21 de agosto de 2013

Era tan sensual y provocativo que era un pecado que ni siquiera fuera consiente de ello. Lo único que sabía era que al escucharle me sentía aún más atraído a esa suave y quebradiza voz que perpetraba crímenes intensos en mis oídos y cerebro, así como su cuerpo suave, firme y ardiente.

Corresponde a mi beso de un modo que agradecí que justo le echaba a la cama de aquella forma, porque una vez me hizo caso y decidió dejarse llevar elevando sus piernas y rodeó mis caderas con las mismas  mientras movimientos cadenciosos y placenteramente eróticos se dejaban sentir haciéndo sentirnos con meyor delicia me tenían a punto de dimitir abandonándome fuera de mí mismo . Sus manos y uñas se paseaban a su vez arañando mi espalda, mi pecho e incluso mis pezones buscando explorar tanto como yo de estas nuevas sensaciones de provocarnos mutuamente a la vez que pronunciaba con tanto respeto aquel formal "sargento" decdiendo acelerar en ese momento el movimiento de sus caderas y frotes en nuestros miembros por consifuiente enloqueciendome mucho más.
- Así... lo haces jodidamente bien Eren... - !Dios!, Deseo devorarlo.  No pud eevitar llevar dos de mis dedos empapados por la lubricacion excesiva de ambos entre sus nalgas y notarlas resbaladizas debido a que lubricamos de tal forma que nuestra humedad escurría por esta zona y por nuestros púbis y muslos. Era todo tan excitante que nublaba la vista. Fue impulsado por eso y tanto más que seslicé mi dedo por entre ellas acariciando su entrada en suaves masajes que me prendían. Tan solo deseaba saber como se sentía rocarlo por todas partes.
- Di que eres mío Eren.... - Hundí las yemas de ambos dedos dentro moviendolas de forma rotativa y no esperé mucho para deslizarselas por completo retorciéndolas en su interior por cuan lubricada se encontraba esta área, y claro, dejándome llevar por mis propios deseos desconocidos.
- que no te importa incluso un poco de dolor....- Empiezo a bombear dentro y fuera de su cuerpo con ellos, deseando verlo al borde de las lágrimas.
Di que me perteneces.... por completo... hasta el útimo de tus cabellos... - Lo besé con pasión buscando chocar con fuerza contra sus caderas y sentir nuestro frote de manera aún más intensa si fuera posible, pues de ese modo era en el que deseaba sentirlo, con intensidad insana.

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