miércoles, 28 de agosto de 2013

En el momento en el que sus ojos hicieron contacto con los míos me percaté de su inmensa mirada como antes mientras esperaba deseoso por saber su respuesta. Entonces lo hace, se proclama mío y repitió "para siempre" acariciando mi cabello y mirandome de esa manera que me hace sentir perdido y le estreché entre mis brazos simplemente quedandome así. En esos momentos era lo que más deseaba, sentir a Eren tan mío como nunca antes, de este modo tan especial, distinto.
- Nunca dejes que alguien más toque tu cuerpo, bese tus labios o esté así de cerca Eren. - Cerré mis ojos y deslicé mi mano suavemente por una de sus ardientes mejillas, agradandome demasiado aquella sensación y la de su cabello en mi otra mano.
- Y nunca te canses de repetirme que eres mío por más veces que te lo pregunte. - Pude sentir su corazón latiendo tan fuertemente que me gustaría poder ser su único dueño, porque en esos momentos supe que también Eren es quien único podría tenerme en aquel modo, tenerme de forma tan plena, tenerme a totalidad.

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