martes, 27 de agosto de 2013

Después de aquellas palabras el sargento cambia radicalmente de tema, cosa que le sorprende un tanto y ala evz le molestaba, no estaba para esos jueguecitos, quisiera que fuera claro, y no estaba seguro de si pensaba repetirlo o no, con aquella actitud le dejaba enteramente confuso, eso de preguntarle si quería repetirlo aquella noche, y cuando le respondía no añadía nada. Incluso se le pasaba por la cabeza que simplemente se reía y jugaba con él, aunque Levi no parecía ese tipo de personas, o al menos no deseaba verle como a ese tipo de personas. Pero él ya estaba suficientemente confuso como para que además éste le confundiera más todavía. En todo caso después de comer éste le ordenó a ayudarle a levantar las cosas, obedeciéndole sin decir palabra alguna y yendo con éste a la cocina, empezando a secar y guardar las cosas que éste fregaba, en silencio, sumido en sus pensamientos, que circulaban en torno a lo mismo una y otra vez, en el sargento. Pensaba en lo sucedido, en sus caricias, sus besos, su calor, casi podía sentir aun todas las partes que éste le había tocado aquella noche, el calor abrasante, todo. Era inevitable y desconcertante, sentía a Rivaille muy hondo en su interior, de alguna manera, le era imposible apartarle de su cabeza.

Al acabar de limpiar los platos siguió a éste a la cocina mientras oía sus palabras, hablándole de trabajo, cosa que le gustaba, pensaba que eso si que podría distraerle de verdad y hacer que ni pensara demasiado en aquellos asuntos, porque en esos temas siempre se desvivía. Quería ser un gran soldado, necesitaba serlo, ser de ayuda al escuadrón, ayudar a la aniquilación de los titanes, era un pensamiento y deseo que siempre le había movido. Tras llegar a la biblioteca cogió el libro que éste le tendió y lo ojeó un poco, asintiendo con la cabeza. -Sí, señor- murmuró sentándose en la mesa, abriendo dicho libro por la primera página y empezando a leer cuando éste se fue a hacer la ronda.

Leía, aunque pese a su disposición a aprender a veces se veía distraído pensando en el sargento, cosa que le molestaba y se reñía a sí mismo, pensando que había cosas mucho más importantes en las que pensar que en aquello, además, le molestaba el cambio de tema del mayor, no quería pensar en eso. Así que siguió leyendo, quedándose tan interesado que se leyó seis capítulos en vez de cuatro, deteniéndose al darse cuenta de que era tarde y comenzando a rellenar el informe de todo lo que había aprendido, demorándose más hasta que acabó, poniéndose en pie y yendo a buscar a Rivaille. Le encontró saliendo del baño, deteniéndose en frente. -Aquí traigo el informe, lamento haber tardado, al final acabé leyendo seis capítulos- comentó entregándose el informe y esperando a que le diera le dijera si debía esperar a que lo leyera o a que le diera permiso para irse a hacer cualquier cosa mientras lo hacía.

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