martes, 27 de agosto de 2013

Ante sus palabras no hice comentarios. Pensaba que daba igual que fuese yo quien lo hubiese iniciado, quien lo hubiese orillado a ello, si a Eren le agradó, si puede desearme al menos un poco de lo que le deseo yo es suficiente para mí. Por suerte su estómago se hizo sentir y pusimos afán a lo que hacíamos hasta acabar para luego ir sirviendo una bonita mesa. Entonces coloqué una toalla doblada a la mitad y con las agarraderas cogí la olla de guisado de carrne y verduras y la coloqué a lo último sobre la mesa. Destapé la olla y con un cucharón sopero serví sobre unos tazones para sopa teniendo dos platillos a cada lado del plato principal y en frente de estos pan y la ensalada que hice con el aderezo casero, y claro, una linda jarra de refrescante jugo de frutas con trocitos de hielo y de frutas decorando su interior que preparó Eren. Tras servir las primeras porciones de guisado tomé asiento y cogí mi cuchara sopera.
- Buen provecho. - Dije como cortesía y empecé a comer sintiendo una extraña paz repentina al estar de ese modo junto a Eren. Por suerte podíamos estar completamente solos, probablemente eso ayudaba. Aunque me preguntaba cosas acerca de Eren.
- Si hubieras sido tú quien hubiese hecho el acercamiento el resultado hubiera sido el mismo. - Dije sin saber la razón, o quizás esperando que fuese algo relevante para él y dandole a entender cuanto le deseo. Para cortar con la tensión luego de tal comentario tomé un poco del jugo que hizo Eren.
- Refrescante. - Lo elogié.

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