lunes, 19 de agosto de 2013

Alzó una ceja y trató de pensar que no iban a combatir con sus equipos de combates, sino que era una partida de cartas y que podía llegar a ganar, pues si Armin ganaba siempre era porque su amigo era un gran estratega, muy inteligente... y no es que Rivaille no lo fuera, pero... quería ganar y ya está, y pensaba que perfectamente podía hacerlo, ¿no? Al menos esperaba poder conseguirlo, y ya no se trataba del premio, sino de querer ganar por simple orgullo, aunque tampoco quería picarse con ese hombre porque podía acabar mal parado y eso no era nada recomendable. Tragó saliva y se levantó. -La cerraré, pero porque además de que se ha envenenado no quiero que se resfría al acabar desn...- se calló al pensar que si le ganaba y dado lo de quitarse la mano en cada mano vería al sargento muy ligero de ropa, si es que iba bien en la partida, y se sorprendió ante el pensamiento de que aquello le resultaba... ¿tentador? ¿Qué clase de pensamientos eran esos? Confuso cerró la ventana y volvió a sentarse con éste, evitando mirarle a la cara y centrándose a mirar únicamente a las cartas, dado que estaban jugando no tenía que resultar extraño aquello, ¿no?

Finalmente empezaron la partida, estando muy concentrado en ella, casi ceñudo, y aunque tuvo buena espina de acabar bien aquella mano la verdad es que quien la ganó finalmente fue éste, frunciendo ligeramente el ceño y quitándose uno de sus zapatos. -Supongo que esto cuenta, ¿no?- preguntó mirándole con una sonrisa. -Así la partida es más larga- dijo queriendo no dar lugar a la réplica, veía más seguro que pudiera empezar por aquellas partes, como zapatos y calcetines, aunque luego de esas partes simples ya quedaban la camiseta que llevaba y pantalones, no había demasiado, y maldijo un poco aquello, no quería acabar desnudo frente al sargento, era... vergonzoso. Y de ese modo siguieron la partida, esmerándose en ganar, aunque definitivamente Levi parecía tener un bien día con el juego. 

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