jueves, 5 de septiembre de 2013


Devoré sus labios sin piedad al escucharle decirme que soy yo quien le provoco.
- Eren, eres solamente Mío. - Respondí al escucharle decir que si yo era suyo besándole por todo el rostro con desesperación, disfrutando de sus besos y mordidas en mis labios y mentón. No deseba pensar en nada ahora, solamente tenerle así.
-  Mocoso insoltente...  - Mordí sus labios y los chupé pero me detuve mirándole muy seriamente.
-  Lo soy...  - Le besé con intensidad, sintiendo como la saliva escurría por su comisura y dme aparté para mirarle a los ojos con los míos entrecerrados y chasqueé mi lengua mirándole desde arriba.
- Podría follarte todo el día por cuanto te deseo. - Sostuve su rostro con mi mano sin apartarle mi mirada. Deslicé mis dedos por su comisura cortando ese hilo grueso de saliva que pendía de ella.
- Si no te vistes eso es lo que va a ocurrir. - Le arrojé su ropa y tomé la mía pensando que era mejor no dar tanta rienda suelta a esto, porque cada evz me siento más arrastrado y perdido y temo no ser capaz de reconocerme. Necesito tomar una pausa y recobrarme. De modo que me pongo de pie y me pongo el pantalón nada mas.
- Me voy a duchar, cuando acabe haz lo mismo y veamos en qué podemos ocupar nuestro tiempo de forma útil. - Quizás era mejor que llegasen todos de una vez, después de todo tendrán que hacerlo eventualmente, y me preocupa el estado emocional en el que Eren me acabe dejando para ese entonces. No es que sea expresivo, pero aunque nadie se entere yo sí lo hago y debo ser fuerte. Por eso aunque quise invitarle a ducharse conmigo no lo hice sabiendo que eso representaba una tentación y me adelanté.

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