martes, 27 de agosto de 2013

Tenerle así, ante mí a la espera de su respuesta me hacía sentir acalorado, y no precisamente debido al clima. Mientras aguardaba notaba cuanto me costaba resistirme a arrancarle los labios y la lengua de un buen beso. Pero cuando dijo su respuesta tal calor anterior no hizo sino aumentar. Y es que sus ojos entrecerrados y su tono de voz suave me hacen sentir endemoniado y con poco o ningun control de mí mismo. Entonces siento como acorta la poca distancia entre ambos labios dejándome sentir los suyos. En esos moemnto me reslamí deseoso y noté de inmediato su estado de verguenza. Creía que comprendía la situación entre ambos, pero justo entonces Eren me hace sentirle tan mío que no puedo pensar que no lo sea. Sin embargo se disculpaba aunque era claro que yo era quien lo había orillado a actuar bajo sus propios impulsos, siendo de este modo me daba cuenta que Eren se encuentra tan tenso sexualmente como yo. Para colmo ese precioso rubor, su mirada y su forma de titubear me provocaban aún más si era posible.

Acerco mis labios a su oreja. 
- ¿Lo sientes? - Susurré y le dí un suave beso en un costado de su cuello.No quería que lo sintiera y sabía que no lo sentía en realidad, que solo lo creyó inapropiado o atrevido, pero me había gustado demasiado. 
- Te ordeno que me digas la verdad. - Deslicé suavemente la punta de mi lengua por el otro costado de su cuello con deseos de dejarle una preciosa marca morada, otra de algunas que ya le dejé anteriormente. Estaba tan deseoso de Eren que solo deseaba escuchar lo que tuviese que decir bajo mi orden.

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