La verdad era que Eren había actuado con suma rapidéz y en menos d elo que esperaba me encontraba en la habitación, tras lo cual él sale a buscar el botiquín y regresa con prontitud a curarme como pudo y vendarme. Aunque no me gustaba depender de los demás sí reconocía la importancia de simplemente hacerlo cuando era necesario. Después de todo de eso se trata un equipo, de la confianza.
- Nada mal Eren... Es un tipo de serpiente rara del exterior, su veneno no es mortal, sin embargo es capáz de paralizar la extremidad o extremidades donde está la picadura, y a veces las adyacentes. La verdad es que no siento nada, pero dependo de ti hasta que esto se me pase. - Reconocí observando el curetaje que me hizo y me di cuenta de que me había estado exhaltando de más porque estaba muy tensionado debido al trabajo y que luego tal cosa empeoró cuando ocurrió aquél accidente.
- Has actuado con rapidéz... - Esa expresión en sus ojos sabía que era genuina. Desde ese momento comencé a creer más en Eren.
- gracias... - Solo esperaba que él también creyese en mí.
- Ya puedes quitar esa cara, sobreviviré. - Dije para cortar con este súbito ambiente que se forma a nuestro en torno cada vez que estamos tan solos y tan cerca. Por alguna razón me perturba y no puedo casi soportarlo.
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