domingo, 25 de agosto de 2013

En efecto, mi pregunta le avergonzaba debido a que le hacía recordar lo anterior. Tal cosa me gustaba, aunque probablemente no debería, pero lo cierto era que ya habían pasado muchos "no debería" entre los dos.
- En estos momentos no hay nada que deba ordenarte que requiera que camines, así que descansa sentado al lado mío por hoy. - Dije tras haberle escuchado lo referente al estado de su cuerpo, pues ya sabía yo de sobra donde eran tales molestias. ¿Acaso tengo ganas de sonreir a causa de eso? Niego levemente para mis adentro sin quitar mi vista de la navaja como si fuera lo más interesante del mundo en estos momentos. Lo cierto es que no era eso precisamente, sino que lo más interesante era una total distracción para mí y me lograba nublar el juicio de maneras tremendas, la prueba estaba en lo de hace unas horas atrás.
- ¿Tienes hambre o sed? Pensaba ir a conseguirme algo y puedo traer para los dos en todo caso. - ¿Acaso estaba siendo demasiado amable?

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