martes, 20 de agosto de 2013

Aquel chico era simplemente irresisitble, me daba cuenta. Era tan  suave como firme su piel, su cabello era como la seda misma y su personalidad demasiado provocativa, y ahora encima por petición mía se encontraba precisamente sobre mí, desnudo y haciéndome sentirle endurecidamente sobre su apetecible culo. Finalmente empieza a morderme los labios y disfruté en demasía mientras se demoraba haciéndolo, pues no lo hace tan rápido como pensaba que lo haría, más bien parece temeroso y preocupado. Entonces me deja saber que estaba en lo correcto, no podía hacerlo.
- Eren... - Extiendo mi brazo sano para llevarlo hacia uno de sus hombros y desnudarlo de su camisa al dejarla caer resbalandole del mismo, y seguidamente hice lo mismo con mi otra mano no tardando mucho en desnudarlo de ambos hombros y dejándole saber con esto que me ya me  encontraba recuperado.
- Te dije que te catigaría si no cumplías con mi demanda... - Mientras dije esas palabras mis labios se habían acercado a los suyos y se los mordí suavemente.
- No me gustan las promesas vacías... Sobre todo viniendo de ti... De modo que te haré cumplirla... - Tras decirle esto hundí mi lengua dentro de su boca en busca de la suya y la revolví de forma insana, entremezclando nuestra saliva para luego succionarla. Estaba seguro que de esta forma Eren acabaría no solo obedeciendo mi órden de morderme los labios hasta partir mi carne, sino que además de seguro acabaría incluso arrancándo posiblemente mi lengua mientras yo estaba endemoniadamente excitado ante el descubriemiento de lo que Eren me hace sentir y desear.

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