El verde de las plantas que se desjaba ver por los enormes ventanales abiertos de par en par daba una impresionante vista. El cielo estaba iluminado de manera especial, el naranja predominaba especialmente en esta mañana haciendo que todo se viese de color casi fluorescente. Era un verdadero espectáculo a la vista. Mientras me perdía por unos segundos en tomarme el tiempo de apreciar estas cosas me parecía como si todo fuese incluso irreal y no existiesen los peligros, pero existían, los titanes existían. Aunque Eren era distinto y lo sabía, por eso le protegería incluso con mi propia vida así dijera o diera a entender otra cosa. Simplemente me alegraba poder compartir una mañana como esta de esta manera junto a él, preparando el desayuno juntos, sentandonos juntos a comer, completamente solos.
Me sentía halagado pero en un modo lleno de humildad ante los elogios de Eren, realmente me gusta hacer todo bien, pero es especial para mí saber que no es solamente bajo mi criterio, sino también bajo el suyo, ya que me importa y deseo complacerle aunque sea durante breves instantes similares a este. Entonces Eren pregunta por cuando creía que volverían los otros y que pensaba hacer hoy mencionando la limpieza.
- Pues pienso dejar este lugar a mi gusto, así que a lustrar al menos hasta el almuerzo, luego podemos recalentar lo de ayer que está guardado en la nevera y comerlo, continuar limpiando, ya que es un lugar muy grande, aliemntar el ganado haciendo siemrpe las rondas requeridas a sus tiempos, y luego puedes intentar seguir leyendo acerca de estrategias avanzadas, como el libro que te pasé ayer... - Me quedé pensando en lo del incidente del informe oral y pensaba pedírselo en la noche, pero dudé y no lo mencioné d emomento.
- No se cuando regresarán los demás, pero pueden lo mismo demorar que hacerlo en cualquier instante, así que tan pronto acabemos vamos a empezar para adelantar en lo posible. Me gusta ver las cosas relucientes. - Dije pensando el lavar primero las sabanas y la ropa para aprovechar el sol, esperando que hoy fuera un día sin altercados mientras ya casi acababa el desayuno.
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